jueves, 27 de agosto de 2015

Reflexiones: Sebastián Gordin

Reflexiones VI 

Reflexiones es un espacio para pensar el arte

Una Invitación a mirar

Mi idea es relatar desde mi impresión personal, que veo, como veo y que pienso frente al arte.

Después de asistir a diversas muestras de arte, me siento a escribir que me ha sucedido, que he podido ver, pensar y sentir.

Sin ninguna intención de que mi descripción pretenda ser única o la portadora de la revelación intencional del artista. Ni que este sea el exclusivo modo de abordar un encuentro con el arte.

Las impresiones o los análisis que generan las obras son muy personales y pocas veces coinciden con la intencionalidad, si la hubo del artista que la ha creado.

Tampoco aspiro a realizar una crítica, ya que no soy una persona especializada en esa profesión, solo expresar como me aproximo a los tantos e infinitos lenguajes del arte.



“DÍAZ SIN EPISODIOS”

SEBASTIÁN GORDIN

La muestra del artista se lleva a cabo en una galería con una ubicación muy particular, dado que su dirección no pertenece a ninguna vereda sino que está en medio de la calle y debajo de ella.
Al descender se abre una sala amplia a donde nunca llega la luz natural, y la sitúa como en un ámbito escondido y secreto. Nada  desde el exterior puede anticiparnos lo que allí veremos.
La muestra se desplaza ocupando adecuadamente el espacio en donde se la presenta, con una luz tenue que se irradia solo sobre algunos sectores, permitiendo focalizar la mirada en cada una de las obras y así el espectador puede hacer su recorrido.
Lo primero que se visualiza es un Theremín (es uno de los primeros instrumentos musicales electrónicos), el músico mueve las manos, sin tocar el instrumento y emana la música. No pude saber que se interpreto en él o el motivo de  su presencia en la muestra, ya que fue una acción llevada a cabo en su inauguración. Allí esta, mudo pero presente.
A continuación hay una serie de vitrinas que se disponen en hilera, en una sucesión que respeta una distancia medida.
En su interior las escenas están detenidas en un momento previo a la acción que esta por realizarse y de la que se desconoce el siguiente instante, puede que las bibliotecas terminen de desmoronarse y destruirse, que los objetos se hundan en las aguas o que suceda algo distinto que evite este hecho y se ubique de nuevo todo en lugar reparándose lo dañado y rescatándose lo que está a punto de ser perdido.
Me pregunte porque componer escenas en vitrinas, en las vitrinas se colocan objetos que se desean preservar y mostrar, como una reliquia o una joya.
 Lo que elige ubicar allí podría decirse que  lo ha tratado como a una joya, está hecho con una obsesión por la perfección, con un delicado oficio y una meticulosidad en sus detalles.
Todo lo que el mundo ha llevado a la gran escala para ser materializado el artista en este caso,  hace un proceso inverso y lleva sus obras a una escala de miniatura.
Me recuerda a las maquetas y objetos con los que  juegan los niños, recreando espacios del mundo adulto, en un tamaño de escala que cabe en una pequeña mano.
Sin embargo sus representaciones no son un mundo de juego, es como un anuncio concreto de un posible o inminente devenir.
Las escenas angustian porque algo terrible está sucediendo y lo vemos pero no podemos intervenir para evitarlo.
Como diciéndonos -Miren que esto puede suceder de hecho algo se está destruyendo y  perdiendo -y a la vez lo detiene y lo congela como en una escena de cine quizás con la esperanza de poder cambiar el destino preanunciado.


En el  sector en donde se hallan las vitrinas la iluminación no proviene del exterior sino de pequeñas luces ubicadas dentro de las mismas, de una manera pensada y distinta para cada una. Esta iluminación está dispuesta generando zonas de luz y de sombras como en la escenografía de un teatro. Sostiene una teatralización de la representación  dando un protagonismo  a las escenas que allí se desarrollan en el silencio de una atmosfera casi barroca.
Nos está llamando, nos está convocando a una reflexión, es un grito desesperado o nos está mostrando una realidad que está sucediendo y que distraídamente no estamos viendo. Exponiendo la necesidad de rescatar soportes de la cultura, oficios del arte, en una era en donde el arte se desmaterializa.
En estos Días sin episodios, como se ha denominado a la muestra, nos propone desde su enunciación una contradicción semántica, dado que días sin episodios serian aquellos en donde nada sucede pero aquí algo está en proceso de cambio.

Acompañando a las vitrinas, se dispersan en el espacio de esta galería  obras bidimensionales, que no son exhibidas sobre el muro sino apoyadas encima de tres mesas, las que reciben una iluminación dirigida puntualmente.
Estas obras están hechas desarrollando un dibujo minucioso pero el artista no lo ha resuelto a través de las disciplinas tradicionales, sino que elige realizarlo por medio de un oficio de orfebrería como es la marquetería.
Dos obras dispuestas de manera apaisada y desarrollándose dentro de  un paisaje en medio de escenas de guerra, uno con la espera dentro de una extensa trinchera, denominada”Amanece en las trinchera” y otro con caravanas de refugiados con el título “Florece la adversidad”, en estas obras hay algo que inquieta, tiene una atmosfera serena y a la vez cargada de una angustiosa espera a un acontecer incierto. En “los ángeles del fango” que es otra de sus escenas, aquí  los personajes están  rescatando obras de arte, antes de que se hundan del  todo, lo demás puede perderse.
Finalmente sobre lo  que fueron las tapas de dos libros, con el  título “Dos amigos y un tesoro” imágenes de dos niños compartiendo la lectura y de pronto algo los distrae y miran por la ventana, señalan  algo que sucederá o está sucediendo allí afuera, y en la otra dos personajes con apariencia de  animales humanizados que conducen un camión que traslada  soldados, otra vez la guerra como tema de su desarrollo conceptual. Las obras contienen una figuración que se hace presente pero dentro de una hermética lectura.
Cada espectador podrá hallar una diferente versión de estas narrativas.
A mí me instala en una latente angustia a punto de o detenida bajo el velo de aparente atmosfera de sosiego. Una violencia de saturada de acción pero a punto de manifestarse. El tiempo está detenido pero en proceso de. La catástrofe amenaza, es como un tiempo de paz antes de la tormenta.

                                                                                               Estela Alicia Mancini/2011



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